lunes, 14 de enero de 2013

Una rosa vacía

en mi espejo puedo dibujar
una lágrima seca
una rosa vacía
una sábana  en la que mueren mariposas
o sencillamente
                    la palabra olvido

El amor se termina

el amor se termina cuando lloran los espejos
cuando la risa
hace trueque con la tristeza
cuando el cansancio de la sangre
paraliza los sentidos
y las manos de la ausencia
manosean los recuerdos
el amor se termina cuando uno se marcha
y deja al otro
colgado de la impotencia
el amor se termina
cuando sentis que tus manos
se fueron quedando huerfanas
de caricias compartidas

Incoherentemente


camina sobre la cuerda entre sus colmillos lleva atrapado su corazón. Desde el amplio ventanal lo ve. Camina en la cuerda con cautela, felinamente, imponiendo su majestuoso donaire. En el otro extremo alguien lo espera y quizás acaricie su lomo, unte sus garras, lo mire fijo a sus ojos verdes, felinos, tiernamente crueles, como los él, aquel día cuando arrastró su corazón como una esponja y también la llevó a caminar incoherentemente sobre una cuerda floja. En el insomnio, en la desesperación, en su sinrazón, ella aun lo espera del otro lado. Sabe que puede herirla con sus garras, que puede destrozarla con sus colmillos, que se adentrará en su mirada de selva impenetrable.
Pero hoy está a la defensiva y si vuelve a hacerle daño cortará el extremo opuesto y como el tigre caerá en su propia trampa.

Sin respuesta


quién  fue  el  ladrón  que  se  robó  mi  mirada
detrás  de  un  ramo  de  albahaca

quién  me  cerrara  los  ojos

cuando  el  verde  comience  a  escapar  de  mi  memoria

 en  qué  espejo  reflejare  mi  angustia
cuando  en  silencio  grite  tu  nombre  y  no  responda  nadie

para  que  vivir  pregonando  este  amor

que  ni  siquiera  has  reconocido
quizás    me  contestaras  no  me  di  cuenta
quizás  yo  te  responderé   no  has  querido  oírlo

Sin Perfume




 

tantos otoños
pasaron
hollinando los trenes
solo árboles desnudos
me dejaron su presencia
y en esta fugaz codicia
de esperar que regreses
me quedé sin perfume
como una rosa marchita